13.08.2012 13:40

Laberinto//

 

Por: Felipe Eladio Js.//

 

Tres cosas ha dejado muy en claro el Secretario de Organización del agonizante PRI en Tabasco Mario Llergo; primero que es un pusilánime en escenarios no controlados; segundo que todavía le sobra soberbia al equipo compacto de Jesús Alí, candidato perdedor al Gobierno de la Entidad; y tercero, que están dispuesto en la borrachera interminable que se traen en el tricolor a sacarle hasta la última gota de leche a la ubre. Vayamos por partes, y caminando sobre estos tres ejes.

El pasado fin de semana en la “entrevista de los viernes” de la prestigiada XEVT, su conductor el periodista radiofónico Emmanuel Sibilla Oropeza tuvo como invitado al aún Secretario de Organización del PRI, Mario Llergo Latourniere; la idea, lo puntualizó al inicio de la entrevista, era hablar de todo, o que por lo menos eso se le preguntaría, cuestionamientos quizá hasta difíciles, duros, pero que se tenían que hacer; por desgracia, el comunicador lo dio todo, pero sin recibir nada a cambio; ya que el entrevistado respondió como un digno “Bebesaurio”: SIN DECIR NADA.

Si bien el entrevistador en diversas ocasiones, a lo largo de la entrevista, le sugirió al funcionario partidista el natural acto de contrición, la disculpa al abuso y robo, la humildad y dignidad ante la estrepitosa derrota a la que él, entre otros, llevaron al abanderado del tricolor a la gubernatura, la respuesta fue siempre la misma, la ironía, la descalificación, el sarcasmos (se escucharon y vieron las risas), la demagogia, lo encartonado. En suma, Llergo Latourniere, demostró que por representar al mismo viejo PRI, por ser una botarga joven en el pensamiento de un anciano fue que los tabasqueños los mandaron al diablo.

Las respuestas de Mario a Emmanuel a interrogantes directas siempre fue: “No tengo elementos para asegurar tal o cual cosa; es tu opinión, la cual respeto; quienes dicen eso miente; ahí están los resultados con la alta votación del PRI; no tengo nada de que arrepentirme”; en resumen jamás se salió del libreto, fue a decir lo que ya llevaba dictado, que no tiene otro escribano que Jesús Alí de la Torre; echándole a todos las culpas, pero nunca reconocer el error propio. ¿Si eso no es soberbia, que alguien me diga como se llama?

 

Es un pusilánime, por que al estar frente al poderoso entrevistador, lo ganó el miedo, y prefirió esconderse tras la retorica, tras lo dictado por el viejo librito del PRI; su temor de no “regarla” pudo más que su valiosa oportunidad para decir la verdad; tuvo pánico de hablar, ganándolo la autocensura que le pudiera acarrear perdidas de canonjías.

Es Soberbio por que no reconoce el error propio, pero si el ajeno; como por ejemplo responsabilizar a Humberto Domingo Mayans Canabal fraguador de la “homologación del calendario electoral” que, según él, fue determinante en la derrota; es Soberbio porque cuando el entrevistador busca causas de la derrota él saca a relucir 470 mil votos, que no sirvieron para un carajo; es Soberbio por que no respeta ni salva a su líder natural, al primer priísta de la Entidad, dejando que sobre su fama se finque también parte de la estrepitosa derrota, como una respuesta ciudadana; es Soberbio por que casi dice que Jesús Alí es el último y único Príncipe de Dios en Tabasco.

Lo único que dejó muy en claro, es que no se van de la dirigencia; que ellos ahí están a todo dar; que no tienen por qué irse, pese a ser parte en la derrota. Poca vergüenza esta bola de “borrachos”.

 

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